En clase he organizado un taller que, sin duda, se ha convertido en una de las experiencias más divertidas y enriquecedoras que he llevado a cabo con mis alumnos. Inspirándome en el material proporcionado por el Instituto Cervantes de Budapest, diseñé una actividad titulada “Criptografía: adivina el mensaje oculto”, ideal para estudiantes con un nivel inicial de español.
Comenzamos explicando qué es la criptografía y mencionando algunos sistemas históricos, como la escítala griega. Este método antiguo sirvió de base para la actividad. A partir de materiales muy sencillos como rollos de cartón, papel y cinta adhesiva, los alumnos aprendieron a construir su propia escítala. Dividí a los estudiantes en pequeños grupos y les entregué los materiales necesarios. Cada equipo preparó su escítala, siguiendo las instrucciones, y enseguida se animaron al ver que era algo práctico y fácil de hacer. La parte más interesante llegó cuando cada grupo creó un mensaje secreto en español para encriptar. Algunos optaron por palabras sencillas, mientras que otros se atrevieron con frases más complejas. Para inspirarse, utilizaron diccionarios y libros que tenían a su disposición. Fue sorprendente ver cómo se esforzaban por buscar palabras y aprender nuevo vocabulario. Luego, los equipos intercambiaron sus mensajes. Cada grupo tuvo que descifrar las frases usando la escítala que habían construido. Este momento fue el más emocionante: todos estaban concentrados, trabajando en equipo y riendo con los mensajes encriptados que habían recibido. Al terminar, dedicamos unos minutos a hablar sobre las dificultades que encontraron y cómo las superaron. Fue una oportunidad para reflexionar sobre lo aprendido de manera práctica.
Si tienes la oportunidad de realizar una actividad similar, ¡te la recomiendo totalmente! Es una forma divertida de combinar aprendizaje, historia y trabajo en equipo, dejando a los alumnos con una experiencia que recordarán por mucho tiempo.
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